Comenzar nuestra andadura de maridar nos ha llevado tiempo. Como novatos que somos en la materia, veíamos difícil encontrar la pareja ideal al Valpincia 2013, un Ribera del Duero joven, con un bonito color violaceo y un olor y sabor ligeros y frescos.
Tras pensar y rebuscar entre recetas y sabores, decidimos probar con un postre cuya base fuera la pera, pero con un punto ligero, e voilà, mousse de pera confitada.
Sorprendentemente acertamos, lo dimos a probar entre los incautos voluntarios que se ofrecieron y a todos les encantó la combinación. El vino realza el sabor suave de la pera y ésta hacer lo mismo con la ligereza de éste joven que sorprende desde el minuto uno.
Si queréis saber más del vino o los pasos de cómo se realiza el postre, os recomendamos pasar por las secciones de vinos y postres de Tatín de Vino. Esperamos que lo probéis y nos comentéis vuestra experiencia personal 🙂
No soy de mousses, pero recuerdo un sabor completo en la boca, al morder el crujiente teniendo la mousse volando en la boca y después un gran sorbo del vino, para hacerlo brillante.
El postre exquisito.
Nuestro primer maridaje.