Aún a sabiendas de que llegábamos con cierto retraso, no queríamos dejar pasar la ocasión de rendir un pequeño homenaje a un postre tradicional y típico de la Semana Santa, un postre de los de toda la vida, de aquellos que nos acompañan año tras año desde tiempos inmemoriales, nos referimos a las torrijas, pero cómo no, en su versión adulta, a las torrijas de vino.
Para éste homenaje, hemos querido buscar un vino monovarietal y alejado de las denominaciones más comunes, un vino con gracia y personalidad al mismo tiempo, que aportase ése toque especial de homenaje pero sin que perdiese protagonismo, y por suerte, lo encontramos. Sabatacha Monastrell 2013 nos esperaba con los brazos abiertos, con su composición 100% Monastrell y su D.O. Jumilla, cumplía todos nuestros requisitos, pero además, aportaba su medalla de oro en el Berliner Wein Trophy 2014, lo que le hacia sobresalir entre el resto de opciones.
¿Y qué decir? Las torrijas quedaron suaves y agradables, con un sabor que permanecía en la boca tiempo después. El aroma a canela y limón de las torrijas se fundía con la frambuesa y la ciruela presentes en el vino. Toda una armonía de sabores y olores que alargamos, sin saturarnos, con una copa de éste gran descubrimiento, que demuestra que existen grandes vinos fuera de las denominaciones más conocidas.
Como siempre, podréis encontrar más detalles sobre el vino y el postre en nuestras respectivas secciones, y, esperamos vuestros comentarios. Hasta la próxima 🙂
Recuerdo que la torrija estaba espectacular, muy suave, y distinta a las de leche, no parecia que estuviera hecha con vino y dejaba un gran sabor, cierto es….siento el retraso en las respuestas, a ver si me pongo al diaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Para cuando la proxima??? hasta semana santa nooooooooooooo, verdad?
;P
Los vinos monovarietales, están triunfando. Los vinos de uva bobal son otro ejemplo de ello. Son unos vinos excelentes http://utielrequena.org/blog/