Torondos Cigales Nuevo con tatín de pera

Hace unas semanas, celebramos la primera cata de Tatín de Vino. Estábamos realmente nerviosos por el evento, llevábamos semanas pensando el número adecuado de invitados, qué maridajes proponer, cómo evaluar el resultado, la elaboración de los postres, la logística, el local… demasiados detalles y poca experiencia, pero, la ilusión no nos faltaba.

Lo primero con lo que nos pusimos fue la ficha de evaluación. Nos ayudo mucho la cata organizada por AMAVI a la que asistimos unos días antes. Decidimos los rasgos generales a tener en cuenta y marcamos un baremo con el que puntuar. Estaba lista.
El número de invitados tampoco podía ser excesivo, era nuestra primera vez y no queríamos vernos desbordados por la organización. Tuvimos suerte. Nuestro amigo Pablo se casaba e iba a celebrar una pequeña fiesta para los más allegados de su trabajo, así que, se lo propusimos y nos dio su bendición (gracias Pablo). La lista y el local estaban cerrados. Dos cosas menos.
Era hora de enfrentarnos a lo más importante, los maridajes. Propusimos dos vinos y dos postres, total, cuatro maridajes de los que, dos, presentíamos iban a funcionar. Todo estaba preparado para el gran momento.

El que os traemos hoy es uno ellos. Nace de nuestro nombre y marida un rosado D.O. Cigales con una tarta tatín, en éste caso, de pera. La combinación gustó mucho a la mayoría de los asistentes. Comentarios como «el rosado tiene un color fresa espectacular«, «el tatín está impresionante» o «el vino y el postre se equilibran a la perfección«, lo dicen todo. Ambos hacían que el otro brillase más de lo que lo hacía en solitario, se potenciaban y no se perdía ninguno de sus sabores característicos. Fue todo un acierto y un gran estreno para nosotros.

Animaros una vez más a que lo probéis en casa y nos hagáis los comentarios que os vengan a la cabeza. Buena semana.

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