En este caso, el maridaje que os presentamos empezó por las lenguas de gato.
Un postre cásico, de origen incierto, crugiente y con la potencia de la mantequilla, queda un recuerdo agradable que te invita a comer otra.
Pensamos en la posibilidad de un maridaje refrescante, que continue y complete. Se nos ocurrió probar con Añil Fresh… Con su macabeo y su chardonnay, nos pareció una excelente elección.
Así fue, se complementaba y mejoraba el uno con el otro y el otro con el uno.
Creemos que este es un maridaje muy acertado.
¡¡ Atreveté a probarlo!!!
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!