El maridaje que os traemos hoy comenzó, como nos ocurre últimamente, con un cumpleaños. En ésta ocasión, fue nuestro amigo Pedro quién nos sorprendió con una excelente tarta de queso y yogurt griego elaborada por su mujer. Al ver el monumento que íbamos a degustar, supimos que debíamos sacar el Vinho Verde de La Quinta de Azevedo que teníamos en la bodega y que nos había traído hacía muy poquito nuestra amiga Macarena de Portugal.
Resultó muy buena idea y todo un acierto. Tanto el vino como el postre entraban directamente por la vista, el vino presentaba un brillante color amarillo limón con matices verdes, y la tarta un ligero color tostado debido al caramelo. Ambos pedían al unísono que comenzáramos con la cata improvisada.
El aroma a cítricos que desprendía el vino embriaga hasta al más reticente y resaltaba la belleza de su color. La tarta, por su parte, anticipaba un intenso sabor a yogurt griego.
En boca, ambos completaban todos los sentidos activados hasta el momento. La ligera acidez del vino apaciguaba el largo dulzor de la tarta y se fundía en uno con el yogurt griego. Con una textura suave y mantecosa la tarta acentuaba el ligero cosquilleo gaseoso del vino, consiguiendo una explosión de sabor.
Fue un lujo de maridaje y por ello, queremos darle las gracias tanto a Pedro y su mujer, como a Macarena. Gracias chicos!
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Gran mezcla!! OBRIGADA